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Sobre
"la leyenda del DIC", postearemos el jueves. Todo lo que ud. siempre quiso saber acerca de los truculentos acontecimientos que rodean a este día... chararán... el jueves 12, en este mismo espacio. ;)
"No hay pelotudo que no tenga un bloc"
José Pablo Feinmann
"The ability for readers to leave comments in an interactive format is an important part of many blogs"
Wikipedia
Pri!
Anónimo
Marcela vive en Palermo y su novio intenta convencerla de que el blog de la chica que busca novio para ir al casamiento de la hermana, es tan ejercicio literario como lo fue el weblog de la mujer gorda. Pero a ella no le importa y espera cada día el post que le entrega las desventuras de la protagonista para aconsejarla y retarla. Es comentarista y no le importa ni quiere distinguir ficción de realidad.
Diego está en España, viendo cómo hace para llevar a Carla con él, o volverse, y se queda levantado hasta las cuatro de la mañana, aunque hayan hablado horas por teléfono, para ver qué escribe ella en su blog. Y dejarle un piropo. Firma siempre distinto. Cambia nombres, identidades, IP's. Y ella siempre lo reconoce, aunque se esfuerce, aunque finja errores de ortografía que no tiene. Aunque lo han intentado por teléfono con diferentes resultados de satisfacción, esto es lo más parecido que tienen a hacer el amor. Diego es un comentarista porque eso le permite reconocerse con la mujer que quiere con la misma magia que si estuvieran a oscuras en un cuarto.
Camila, de quince, vive en caballito y tiene un flog. Pero todos los días entra en un blog que habla de rock, solo para putear. Porque una vez hablaron mal de Leo Mattioli, y a ella le encanta Leo, y le hace el aguante, y entrar y putear al que habló mal de Leo es como su rezo diario, como el avemaría cumbiero que expía sus pecados y sus culpas. Camila es comentarista, y en el fondo intuye que la mitad de la vida de ese blog rockero se la insufla ella con sus puteadas. Por eso se esfuerza cada vez más.
Luciano es periodista. Gana más o menos bien, firma sus notas en un importante diario. Tiene un blog cobijado por el medio, pero en secreto deja mensajes en blogs que están en las antípodas de lo que escribe por encargo, y hasta una vez para ejemplificar "lo que dicen algunos canallas" linkeó sus propios artículos rebatiéndolos punto por punto. Luciano es periodista, y hasta lo invitan a la tele. Pero como comentarista sale del closet, es él mismo, disfruta cuando escribe.
Fernando encontró un blog de una venezolana, de casualidad, buscando quien sabe qué en Google. Se hizo chavista por dejar comentarios.
Cuando se enfermó su primo, Nina avisó a sus lectores dejando un comentario en el último post que él había escrito antes de ser internado. Fue su primer comentario y lo hizo pensando en que a su primo le importaban mucho sus lectores. O sea, sus comentaristas.
Y cientos de tipos siguieron la enfermedad del primo de Nina y mandaron aliento, y ofrecieron ayuda a través de los comentarios de ese último post.
Y los trackbacks de ese último post, que también son comentarios, muestran que otros tantos se hicieron eco de las malas noticias.
Y cuando el primo de Nina se murió... el blog siguió allí, recibiendo comentarios. De gente que por ahí ni sabe que el primo de Nina ya no va actualizar más. Y nadie tiene el password. Y los comentarios siguen llegando.
Martín empezó su blog, pero al principio no tenía habilitados los comentarios. Recién cuando los puso, se dio cuenta de la cantidad de delirantes que lo venían leyendo calladitos los dedos. Cuatro años después, esos mismos delirantes se abrieron un blog colectivo, donde al tiempo que postean por turnos, se comentan entre sí. Pero del blog de Martín no se van ni locos: sus posts son el alimento cotidiano de sus neuronas y los comentarios eso que les permite conectarse con otros rehenes de oficina como ellos, y por sobre todas las cosas, lo que les permite reírse a viva letra de lo que Martín escribe y aguzar su propio ingenio para dejar algo gracioso y hacer reír a los demás. Antes que como blogueros, ellos se reconocerán entre sí como comentaristas. Los comentaristas de Martín.
En el blog de Lorena comentaban Andrea y Lucas. Pese a tener sus respectivos blogs, la casita virtual de Lorena los albergó como si fuera el barcito de la esquina. Ahí se encontraban todas las noches, cada uno parapetado detrás de las teclas, a leer a la autora y a dejarse un rastro mutuo de flechazos teñidos de humor que iban, venían... y que los demás comentaristas saboreaban como parte del desayuno al día siguiente, suponiendo la que se venía.
Lorena hizo un asado para su cumpleaños, y los invitó a todos. Un año y medio después, Andrea y Lucas ya no comentan más en el blog: los preparativos del casamiento les dejan poco tiempo para dedicarse a eso. La fiesta la empezaron a organizar sus propios compañeros en los comentarios, y la torta... se las regala Lorena.
En otro blog alguien escribió un post sobre la venta de órganos, y los comentaristas armaron una suerte de mercadolibre de viscéras. Son gente desesperada, pero son comentaristas
Están enamorados, desesperados, conmovidos, vivos, muertos, calientes, enojados. Se creen ingeniosos, poetas, filósofos. Tienen algo para decir, está bien que crean eso. Tienen weblogs. No tienen weblogs. Participan. Se enojan con José Pablo Feinmann, o lo defienden.
Se creen, se sienten, importantes, solidarios, guerreros, combativos. La televisión no tiene un link para comentar. Son como los oyentes de radio "hola, soy Chiche de Ituzaingo, con respecto a lo que decías, yo pienso que…" Cualquiera que piense que lo que piensa es importante, es alguien importante porque piensa que piensa. ¿Se entiende? Por más bobo que sea. Todos nosotros somos comentaristas.
Y existiendo el día internacional del blog (31 de agosto) ¿por qué no nos vamos a merecer, nosotros, nuestra propia fecha?
Por eso y por todos quienes nos mostraron un poquito quiénes son gracias a las palabras que nos dejan, el año pasado decidimos empezar a hacer correr la bola del festejo.
Un comentario dice más de una persona que un simple link en un blogroll. Desgraciadamente lo cualitativo y lo cuantitativo en este medio a veces no se distingue, y eso es lo que intentamos rescatar desde el DIC: detrás de los links hay personas que hacen nexos humanos entre sí, piensan, sienten y viven la vida. Somos
con otros.
Así que, comentaristas del Mantantiru (que no es lo mismo que lectores), a muchos no los conozco y me encantaría. A otros sí conozco y dijeron que vienen. Y sí, loco, basta de "eeeeeh... noo.. ehh... la virtualidad..." Virtualidad las pelotas, mijitos. Todos tienen un mínimo de curiosidad por saber cómo es el otro, aprovechen eso, después sabrán qué hacer con lo que encuentren.
Están invitados el viernes 13 a Jobs, (Arenales 2932, Capital Federal) a las 21:00hs en el segundo piso, y atenti: hay tiempo hasta mañana para
confirmar asistencia.
Condición: ser mayor de 18 y -obviamente- comentarista de alguno de los blogs del grupo original del DIC del año pasado (este es uno, el de
Ginger es otro, el de
Duda es otro, hay varios). En este caso lo restringimos a sólo comentaristas por una cuestión de espacio (en verdad, nos está desbordando la respuesta).
Ahora, algo importante:
la organización no es algo que se limite sólo a este blog o al de Ginger. Si alguno quiere armar su nodo, juntarse en otra parte, festejar el sábado en lugar del viernes, se siente cómodo en otro ámbito de comentaristas, gestionen y hagan su espacio, todo wey(?). No estamos invitando a todos a un solo lugar, sino propiciando que cada uno construya también el propio para festejar el día, pero sí vamos a estar en conexión con varios de los demás nodos donde se arme pachanga.
Por Mendoza, el nodo va a cargo de
fraN y
Dipi, en Santa Fe ya
Halleczys está moviendo los hilos,
Guty en La Rioja hasta se armó el canal de transmisión, y sí, en Baires también vamos a transmitir
en vivo y en directo desde acá para todos los que quieran sumarse.
Queremos un Día Internacional del Comentarista reconocido, festejado y celebrado acá, allá y por todos lados. A por él vamos.
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Uy, miren, la noticia en
Clarín Blogs y en el mismo
sitio de Clarín también!
Y oh oh oh,
se armó zafarrancho, se armó!!
Y otra más:
el DIC ya tiene su propio blog. :)
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ATENCION:-
Nodo Córdoba: Anaik y
Terrenal andaban con ganas de juntarse.
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Nodo México: Tampax Ultra anda por allá y propone hacer algo el sábado. ¿No les da pena, dejar a un señor así, solo, él y su fernet? A ver si algún otro que ande por aquellos pagos se suma.
¿Y con España qué pasa? ¿No hay voluntarios? ¿Poco espíritu de festejo?