Fidel Castro, la eternidad, la plastinación y pintura china

En la pagineta 23 de la edición en papel de Clarín de hoy, puede verse una foto en la que varios chicos rodean una mesa sobre la cual hay cuatro tortas de cumpleaños hechas por ellos. El epígrafe dice: "Chicos en La Habana hicieron tortas de cumpleaños para Fidel." Cada torta tiene su correspondiente inscripción en azúcar, cada una haciendo alusión a los 81 años que cumple el... sempiterno mandatario de la isla.

No sé si a ustedes les pasa, pero ví eso, leí la info y pensé en cómo va a ser esa misma nota pero dentro de 30 años, es decir, imaginé un Fidel eterno presidente festejando sus 111 pirulos (cualquier asociación con barcos zarpando a Tol Eressëa queda por cuenta del lector) como si tal cosa, con total naturalidad, sin que a nadie le llame la atención esa apuesta por la eternidad ganada sin contratiempos significativos ni deterioros aberrantes. ¿Se animaría a donar Fidel su humanidad para ser inmortalizado por el arte? ¿Seguirá ejecutando su obra mandataria como si fuera una de las obras eternas de John Cage?

Aparte y nada que ver con lo anterior: comer pintura hace mal, sabido es. Pero dejemos volar la imaginación y pensemos en que si bien ese pudo haber sido un error -caro error para el dueño de una vida, de la cual ya no está en posesión-, a la hora del aprovechamiento del terror por las mentes paranoicas, la frase "peligro amarillo" podría ser reemplazada por "peligro, amarillo".
Para incrementar el chifle: ¿Cómo sabe usted si todas las cosas que hay en los Tx2$ están debidamente controladas en cuanto a la toxicidad de su pigmentación? ¿Qué pasa si de un día para otro del lado de allá del meridiano de Greenwich se ponen todos cucú, le encajan pintura malita a (por ejemplo) toda la producción de jarritos para el café de una fábrica y se nos pone blanco de golpe el pelo, o de este lado del meridiano, chorrocientas personas estiran la pata porque a algún Natalia Natalia puso tetrahidropendorchal en el plástico del pelo de los Nenuco, y nadie se dio cuenta?

¿Eh?

Mientras, en la estepa, una nueva hora comienza.

Bueno, leer el diario a mí me provoca estas cosas.