En los últimos meses y por diversos canales, cuando no me sucedió a mí directamente, le sucedió a alguien con quien comparto algún tipo de espacio en internet: un buen día, uno recibe un mail pidiendo permiso para el uso de tal o cual foto sin recibir un peso por ello pero con mención del autor.
Operan de la siguiente manera: te llega al mail o vía Flickr un mensaje de alguien que te pide permiso para publicarte una foto en alguna parte. Generalmente esa "alguna parte" es:
- Un portal turístico que tiene publicidad de varios servicios de terceros (tours, restaurants, locales de indumentaria deportiva, transporte, alojamiento, etc.)
- Un portal que ofrece directamente sus tours y cobra algunos cientos o miles de dólares cada uno.
- Un libro a realizarse en país distante del tuyo.
Los argumentos son diversos pero confluyen en uno: tus fotos son encantadoras, ellos también y las necesitan, te aseguran que te van a mencionar, preguntando en algunos casos cuáles son tus condiciones de publicación.
Curiosamente, nunca te convocan para enviarte a vos a hacer un tour y pagarte luego por tus fotos (salvo UNA contada excepción que algún día relataré).
Uno, si es medio caido del catre, está dormido, lo agarran no muy fresco o con la autoestima por el piso, sentirá que es una caricia al ego, que al fin alguien se fija en el trabajo de uno y responderá que sí que con todo gusto, cediendo el material sin recibir ningún tipo de remuneración por ello. Material que luego será utilizado para vender tours, lucrar con derechos de autor de un libro o hacer de soporte a la venta de servicios de terceros, ya que irán a engalanar páginas que hacen plata colocando publicidad de otros. :D
En el caso de los que no preguntan por las condiciones de publicación, ni bien uno les hace saber que si son cedidas no pueden utilizarse para cuestiones comerciales, así como brotaron de abajo de una baldosa, desaparecen por arte de magia. Los vampiritos rajan cuando uno saca a relucir el ajo. En el caso de los que sí preguntan por las condiciones de publicación, si uno les adelanta que por las fotos uno suele cobrar, también desaparecen por arte de magia. Pero perdido por perdido, siempre alguno cae y a esto apuntan: a que uno no se dé cuenta ni haga valer sus derechos.
Estos sitios por lo general también tienen publicado algún tipo de disclaimer de que guarda no les vayas a usar algo porque está todo con copyright. Sucede que no dudan dos minutos en ir y pedirte que les cedas tu producción para hacerte un favor.
La metodología explota dos cosas: primera, la necesidad de cartelera de profesionales y amateurs -pese a que los profesionales si algo no precisan es vidriera, se la saben construir solos aunque haya una sobresaturación de presencia de imágenes- y segunda, la posibilidad de una espontánea difusión en Facebook y demás redes de estos sitios a través de sus beneficiados ("mirá, mirá dónde me publicaron una foto") que si realmente fueran tan buenos como dicen ser, harían algo más por sus fuentes que mencionarlas.
¿A qué nos lleva todo esto? A que es muy difícil que se tome conciencia de que por más que esté en internet, y si tiene al lado un cartelito de "se vende vía tal medio", uno no puede ir pancho por el planeta gugleando imágenes para publicar. Más cuando esa publicación tiene fines comerciales.
Por suerte también están los que hacen las cosas bien, muy bien y hasta excelentemente bien, siendo una competencia aniquilante para los anteriores especímenes descriptos. ;)
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