martes, enero 22, 2008
selk'nam, ingenio y ortopedia calefaccionante
Si supieran el viento que hay. Que hay y que hace, claro. Viento que si vas por la orilla del mar, tenés que tener cuidado de que no te vaya llevando y termines con los pies metidos entre algas, piedritas y agua arenosa. Así tan fuerte arrastra.
Los pajaritos andan de costado, se mueven en fila: primero unos, después la fila que sigue, después la otra. Avanzan ordenaditos resistiendo la ráfaga; pesan menos que un pebete de jamón y queso y son más chiquitos que un cepillo de lavar la ropa, pero su determinación es huir de mí y ni siquiera el dios de los vientos del sur se los impide.
En medio de estos ventarrones de 90 km/h no da para pensar en otra cosa que no sea en los originarios pobladores de la isla. No solamente poseían el arte de encender fuego en semejantes condiciones climáticas, sino que también -y quizás lo más difícil- mantenerlo prendido durante largo tiempo.
Sacando fotos por ahí casi se me congela una mano y estuve afuera del auto apenas cinco minutos. Los yahganes andaban semidesnudos todo el año incluso en invierno, en un lugar donde hace, como temperatura habitual en el mes de agosto, unos -10ºC.
Habitaban esta isla yahganes, onas, alacalufes y haush.
Los haush eran llamados así por los onas, pero se llamaban a sí mismos mánekenkn.
Los onas eran llamados así por los yahganes. A sí mismos se llamaban selk'nam.
Los alacalufes se autodenominaban de esa manera, pero los yahganes los llamaban onal, y los onas, airro.
Los yahganes fueron llamados así por Thomas Bridges pues un canal llamado Yahga-shaga estaba en el centro de su territorio. Pero a sí mismos se denominaban yamana, que quiere decir "hombre" o "vivo". Tenían una lengua tan rica en términos casi como el castellano, pero por esas cosas de la historia, pasaron a los libros de texto representados por el nombre que les puso un foráneo.
Dicen que el territorio que está sobre la costa norte del Lago Fagnano, aún está inexplorado., pero eso es nada más que un "dicen", y como tal lo escuché por ahí. Lo que ven como fondo a mis pies en la foto del post anterior, es territorio que nomás ha sido visto, pero jamás pisado. Por lo menos, eso es lo que me contaron.
(continuará)
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