martes, junio 28, 2011

soy un pedazo de atmósfera

La albóndiga psíquica consiste en una mezcla de todos los estados mentales: la conciencia, el inconsciente, la subconsciencia, la preconciencia. Si la albóndiga psíquica funciona normalmente, si sus elementos se imbrican, se sostienen, se alimentan, el ser humano tiene salud mental. Yo soy un ser sano, por ejemplo.

Federico Manuel Peralta Ramos.

Federico Peralta Ramos, un boomerang que no quiso volver porque se encontró con Dios. Habiendo notas tan bien escritas como esta poco queda por hacer salvo ver los videos de abajo, conocer un poco más sobre este sujeto que era su propia obra y decidió que todos los demás también fueran parte de ella (que no era otra cosa que ser parte de sí mismo).

Federico, el que tenía la varita del arte y te hacía entrar a la soga saltando entre la realidad y el plus ultra. El fundador de la religión Gánica, cuyos preceptos principales son "Hacer siempre lo que uno tiene ganas, creer en el gran despelote universal, no mandar, no endiosar nada, regalar dinero y dejar a Dios tranquilo." El que mientras armaba una expo serruchó sus cuadros porque no pasaban por la puerta de la galería. El que se ganó la Guggenheim y se gastó la plata en una cena con sus amigos ("Leonardo Da Vinci pinto La última cena, yo la di.") de la cual al día de hoy no se sabe cuál fue el menú. El que duchampianamente, presentó como obra un buzón en una muestra y un huevo de yeso gigante que empezó a desarmarse en medio de la puesta en otra.

Federico, el tipo al que el mito lo sigue introduciendo por las puertas de la memoria igual que él metía sus cuadros por la puerta de aquella galería: en fragmentos.






- Una página de FB en su homenaje. Memorable la foto con Marta Minujín.

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