¡Afuera es noche y llueve tanto!...
Ven a mi lado, me dijiste,
hoy tu palabra es como un manto...
un manto grato de amistad...
Tu copa es ésta, y la llenaste.
Bebamos juntos, viejo amigo,
dijiste mientras levantabas
tu fina copa de champán...
La historia vuelve a repetirse,
mi muñequita dulce y rubia,
el mismo amor... la misma lluvia...
el mismo, el mismo loco afán...
¿Te acuerdas? Hace justo un año
nos separamos sin un llanto...
Ninguna escena, ningún daño...
Simplemente fue un "Adiós"
inteligente de los dos...
Tu copa es ésta, y nuevamente
los dos brindamos "por la vuelta".
Tu boca roja y oferente
bebió en el fino bacarát...
Después, quizá mordiendo un llanto,
quedate siempre, me dijiste...
Afuera es noche y llueve tanto,
... y comenzaste a llorar...
Música: José Tinelli
Letra: Enrique Cadícamo
Algunos tangos nos recuerdan a las mujeres dónde estamos paradas respecto a la estupidez, propia y ajena. Uno de ellos, es este.
7 comentarios:
Precioso tango. Recomiendo escuchar la versión de Floreal Ruiz.
Subilo para que lo escuchemos, Bater. Un cacho de cultura, porfa.
M.: mesmamente esa es la que tenía.
N.: vuestros deseos son órdenes.
Estamos preparando Zamba Lentín, se nota?
Yo no creo en la estupidez de la mujer. Me parece una torpe forma de explicar la diferencia de logica con respecto a la del hombre.
Eso si, los tangos nos recuerdan siempre cosas de nuestros pasados.
Sera por eso que nunca muere.
Gato, nadie se salva de ser estúpido, ni los tipos ni las minas. Eso dice ahí en el post, no que las minas son estúpidas. Cachai?
Y pensar que un tango solamente recuerda al pasado, es mirar el presente con un solo ojo.
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