mi capullito de floralis generica

En los afanes de "pescarle el ojo a Buenos Aires" este fin de semana y como habrán visto más abajo, anduve por Recoleta. La caminata del sábado terminó en Plaza Mitre (la plaza de la barranca donde otrora los niños se tiraban con sus carritos de rulemanes o los chapadur encerados, práctica desconocida por los párvulos actuales), fantástico lugar que permite el avistamiento de las nubes para el lado del río en pleno centro porteño.

El experimento resultó bueno: la visión de un Buenos Aires con los horizontes más despejados en un día de lluvia aportó nubes de todas las formas posibles, pájaros chochos con el agua y gente que se animó a no moverse del lugar para que le lloviera encima (yo entre ellas, tapando la camarita con un náilon, bien NatGeo[?]). Tanto fue así que me faltaba hacerle la visita a La Flor de Lata y pese a que ayer pronosticaban agua de vuelta, con termo, mate, libro y otra vez la camarita a cuestas, enfilé hacia la Floralis Genérica.






Alapelota.
No puede estar TAN buena. Es una amiga más. La ves y la querés. Hay que hacer florcitasdelata y darlas como premio en algo. Mini-florcitas con mecanismo para tu casa, que se abran y cierren con el sol como la original, con lucecita adentro y todo. Alguien que se entusiasme y le pida los planos a su creador, Eduardo Catalano (¡o el mismo Catalano!), para hacer mini-floralis, generiquitas, esculturas que representen a escala esa impresionante maravilla instalada en plena Recoleta.

El movimiento de la Floralis es imperceptible: se cierra tan pero tan despacito que ni te das cuenta. Solo sentándote durante horas en un banco y estando pendiente del movimiento de los pétalos en relación a los estambres podés ver que algo se modifica, porque no hace ni un ruido.
La flor se abre todas las mañanas a las 8 y se cierra al caer el sol, en un horario que cambia según la estación del año. Hay cuatro noches en las que permanece abierta : el 21 de septiembre, el 25 de mayo y el 24 y 31 de diciembre. Ayer le pesqué el proceso de cierre, y es algo tan digno de ver como una puesta de sol.

¿Por qué Floralis Genérica? Según su autor, a quien se le ocurrió la obra mientras trabajaba en su jardín de inverno y vio a una flor comenzar a cerrarse:

En el proceso de elegir el nombre de esta prolífica madre he consultado a sus hijos, crisantemos, malvones y madreselvas, a flores silvestres y de invernadero, a tulipanes, orquídeas, violetas y girasoles, a flores de cien frutales y abejas, picaflores y mariposas. Fueron estos tres intrépidos exploradores de la naturaleza los que me han brindado el más sabio consejo. Al exponer jardines y praderas tienen una amplia visión de la flora; al buscar polen o néctar ven en todas las flores la imagen de una flor genérica. En su homenaje a la naturaleza refleja en sus pétalos brillantes las imágenes de esta, pero, como buena artista, no las imita sino que las interpreta.

No se pierdan la Floralis aunque llueva.
Es preciosa, simple y complejísima a la vez, brillante y aunque silenciosa, está en diálogo constante con quienes la visitan y el cielo.

+ Artículo de Eduardo Catalano sobre la Floralis para la Sociedad Central de Arquitectos.

Ah sí, y vamos a cerrar con banda sonora porque no hay tema que le venga mejor.