lunes, febrero 21, 2011

el avión, el Beagle, Google Maps y yo

Siempre me quedo embobada mirando por la ventanilla y me olvido de agarrar la cámara, pero esta vez reaccioné... tarde: la del Cabo de Hornos me la perdí por lenteja.


Cuando era chica mi padrino me regaló un mapa de esos de escuela, enorme, de Argentina. Mapa físico, con todos los ríos, montañas, islas, lagos, cabos, bahías, penínsulas y la mar en coche. Durante muchos años de mi vida la última imagen que veía antes de apagar la luz era la del canal de Beagle dibujado en el mapa.
Esta vez, pude mirar el mapa desde arriba y tecnología mediante, compararlo con lo que ví en Google Maps. Me faltó paciencia como para ubicar exactamente igual la vista, pero pese a algunas incongruencias debidas a las mareas altas y bajas en las costas, he ahí lo que se pudo ver antes de que el sol cayera del todo tras la cordillera.

La Isla Martillo es hábitat natural de cientos de pingüinos -de ahí son las fotos de todos los pingüinos que hay sobre este viaje en mi Flickr- y ya recordarán a la isla Picton como una de las que estuvo en conflicto allá entre fines de los '70 y principios de los '80, junto con la Nueva y la Lennox (que no se veía desde el avión).

A desarmar la valija, organizar todos los libros que me traje, e intentar que la cabeza vuelva de allá para poder seguir contando cosas del viaje, pero con los pies un poquito más en la tierra. ;)

PD: hagan clic sobre la imagen para verla en grande.

5 comentarios:

unServidor dijo...

Cuánta envidia. Cuánta.





(PD: ¿Algo de Canclini por casualidad?)

Paula dijo...

Sí, dos libros, uno ya me lo leí allá. El otro es... mucho material para el blog, totalmente desconocido en Baires. :)

Corvina dijo...

Hermosísimas fotos. Esta parece tomada desde las nubes de Úbeda.

Paula dijo...

Jaaaaaaaaa!! Se me vino a la mente el sr. que había dicho tal frase.

Guty dijo...

Conocer allá, bien al sur, es una deuda que tengo. Ya veremos si me animo a manejar hasta tan lejos con la familia, mientras tanto tus fotos me acercan un poquito.