miércoles, enero 21, 2009

Chema Madoz: metáforas y paradojas

La fotografía de estudio es algo que en lo particular, no me gusta en absoluto. Me provoca tedio mirarla, o tengo que ser amiga o apreciar en algún sentido a su autor como para lograr cierto interés en ella (quizás hayan sido años de trabajar con fotos de bancos de imágenes lo que me causa esto, la verdad que no tengo idea).

La "foto preparada" vs. la "foto de la casualidad" son dos de las perspectivas que tiene la fotografía: o fabricarla o salir a cazarla. Lo veo más como la dicotomía sopa de sobre / sopa casera, pero en fin, cuestiones absolutamente personales que seguramente hacen a mi propio nomadismo interior más que a la cosa estática que quizás asocio a un estudio fotográfico, o a lo mejor por no entender que pueda haber un trabajo tan lindo como sacar fotos (esto dicho en el mejor sentido, por supuesto!), o aún peor, por eso de la asociación que a veces se tiene de fotos => tiempo libre. O peor que peor que peor: la encuentro insulsa o artificiosa por la habituación a la fotografía de estudio a la que estamos sometidos gracias al bombardeo publicitario. Como si al mirar un cuadro, lo primero que se me apareciera de la obra fueran cosas más técnicas que representativas: tamaño de la pincelada, tipo de pintura utilizada, etc.

Bien, hasta acá, cuestiones subjetivas, o sea la nada. Ahora, el fotógrafo: Chema Madoz es madrileño y su obra adquiere sentido no solamente en nuestras cabezas gracias a efectos de sentido, sino dentro del contexto de su propia obra. Es fotógrafo de los "de estudio", y anduvo por estos pagos con una muestra en el Museo Nacional de Bellas Artes, allá por el 2004. Hasta ahora, para mí las fotos eran una cuestión más de descubrimiento a partir de ellas, que identificatorias. Lo que me pasó en lo personal mirando la obra de Madoz fue descubrir (primer paso) un sesgo de identificación (segundo paso) con muchas de sus fotos, a mitad de camino entre el surrealismo, la picardía y el delito contra el sentido común.

Decidí no guerrear tanto contra los fotógrafos de estudio cuando encontré esta foto de Madoz que está acá abajo, la cual me hizo explotar de risa, ya que es tal cual me siento desde que empezó el año:

Es más, podrían poner en lugar del tablero de ajedrez una gallina, un diccionario, un CD, o un sahumerio, que para mí el efecto sería el mismo: una patada en el sentido que vaya a saberse para dónde disparará la pelota de la significación.

+ Para quienes estén por las Europas y les quede cerca, La Fábrica tiene un libro de Madoz a un precio absolutamente conveniente.

6 comentarios:

Nati Alabel dijo...

Ayayayay Bater, por dónde empezar a decir cuán diferente es mi punto de vista respecto al tuyo? Hagamos el esfuerzo que bien vale la pena.

1)Muchos años de ver siempre lo mismo puede provocar tedio, eso es cierto. Pero cuando la mirada está entrenada para apreciar distintas aristas y relacionar entre sí los códigos inherentes a la obra, aburrirse es más complicado.
2)Vos decís que la "foto de la casualidad" es la sopa casera. Lo que te lleva a dicha comparación es la idea del instante único: el momento irrepetible, que el fotógrafo captó y no volverá a suceder. Al igual que la comida casera, que nunca sabe igual dos veces.
Pero la "foto preparada" también es como la sopa casera. Porque requiere conocer todos los ingredientes y combinarlos con sabiduría para llegar al preparado final.
3)Respecto al "mirar un cuadro y apreciar más las cosas técnicas que las representativas": Digo NO. Porqué? porque forma y contenido son una unidad. En toda obra de arte forma determina a contenido y viceversa. La forma es dada por los recursos técnicos sin los cuales el contenido no existe. A su vez, el sentido último de la obra es la razón de ser de la forma.
Todo esto viene a que está perfectamente bien apreciar el tamaño de la pincelada y el tipo de pintura utilizada, porque, si la obra es buena (sólo si es buena eh), esos recursos estarán puestos al servicio del todo, de comprender lo que el artista quiera expresa -o no. Las obras de arte se llenan también con los significantes propios de cada persona.

4)Nótese que en todo momento hablo de la fotografía de estudio en tanto obra de arte. No todo este tipo de fotografía lo es; de hecho son pocos los que pueden lograrlo -como en cualquier otra disciplina-
Es difícil no apreciar un desnudo de Helmutt Newton o Gabriel Rocca, o los del calendario Pirelli (menciono estos ejemplos porque son cosas relacionadas al ámbito publicitario, que parcieran estar alejadas del "arte" y por el contrario, están cerca)porque en sus obras hay una coherencia del sistema absolutamente apasionante.
5)Chema Madoz es simpático.

No sigo -ahora-porque tengo que irme a trabajar. A lo mejor me doy una vuelta y comento otra vez. (pobre Bater)

Besos!!!

Paula dijo...

Natalia: en lo particular, me aburre MUCHO tener que ponerme a ENTRENAR para apreciar distintas aristas y relacionar entre sí los códigos inherentes a la obra sarasa sarasa sarasa sarasa sarasa. Por eso, prácticamente, me embola, y muchísimo, el cine. No lo soporto.

La foto preparada es como la sopa casera en casos como el de Madoz, en el que sabe combinar alguna que otra cosa. Distingamos comida de Canal Gourmet.

Lo de mirar el cuadro, entendiste cualquier cosa, y negás que uno puede tener la mirada entrenada para apreciar distintas aristas y relacionar entre sí los códigos inherentes a la obra, también en el caso de un cuadro. "comprender lo que el artista quiera expresar, o no" es asesinar a la obra y al artista, y en sí mismo al arte. Más Duchamp, menos La Nación. Por eso me gusta Madoz.

Yo no hablo de fotografía de estudio en tanto obra de arte: hablo de fotografía de estudio, punto. Sino es recortar la palabra, y justamente se trata de abrirle el sentido.

Chema Madoz es un tipo que me cae enormemente MAL en el 70% de lo que hace estéticamente (me parece muy mersa, cosa que no dije en el post), pero que tiene cierto humor y una foto me hizo cagar de risa, lo cual no está tan mal que suceda, viniendo de un fotógrafo de estudio.

Anónimo dijo...

Ni te digo si hubiera superpuesto las piezas blancas y negras a las correspondientes teclas, ¿no?


:P

Anónimo dijo...

Qué lo tiró...
Grosa foto...

Paula dijo...

O sea, a ver, apuesto algo a que lo que yo pensé cuando ví esa foto no lo pensó nadie más.
Y no porque soy una original de aquellas, eh. Sino porque hay guiones que ahí se están tirando que veamos con qué se completan.

Nati Alabel dijo...

Ah, no. Venía todo perfecto ("yo explico mi pto de vista, ella el suyo"), y me salís con un "más Duchamp, menos La Nación": te fuiste al re pero re carajo. Es más, te haría ganadora del concurso de insultos si te hubieras presentado con eso.
Creo que nadie nunca dijo algo que hiriera tanto mi amor propio.