sábado, diciembre 20, 2008

cuando el pasado da en la tecla

En esta época del año estamos llenos de cenas, reuniones, festejos, despedidas de año, etc. Entre ellas, la de -en mi caso- compas del colegio primario y secundario.
Justamente esta semana fue la cena con mis amigas, y en la mesa surgió el tema de las mudanzas, y entre las mudanzas, las cosas que solemos encontrar revolviendo estantes y que ni sabíamos que aún existían.
Uno de los "preciados objetos" que encontró una de mis amigas hace poco, fue una agenda del año del piripipí llena de dibujos nuestros de cuando estábamos en la secundaria. En los '80 las chicas solíamos usar agendas enormes y las llenábamos de dibujos, frases, cosas pegadas, etc. (después las agendas empezaron a venir dibujadas y llenas de cosas y perdieron toda la gracia) y tener una Citanova llena de cosas era la top topetitud topísima del top retoper.

Ayer me puse a bucear en mi biblioteca y encontré tres de estas agendas, donde está registrada parte de mi vida adolescente: las vacaciones de verano con amigos, amores desencontrados, mascotas que ya no están, firmas de amigas que siguen estando, mis primeros trabajos, mis primeras colaboraciones en radio y revistas (claro, ahora tengo blog :P), y un dato importantísimo: un 17 de julio de hace más de 20 años, a fuerza de juntar sueldo sobre sueldo, logré comprarme... ¡mi primer máquina de escribir! Una Lexicon 80 de carro ancho, como la que está acá abajo.


Leyendo por ahí encontré que Camilo (!) Olivetti fundó su empresa en 1908 luego de visitar la fábrica de Underwood en USA -otra conocida marca de máquinas de escribir- y quedar entusiasmado con la idea de instalar la primer factoría de máquinas de escribir italianas. Hubo una unidad de producción en nuestro país que abrió en 1961, y más de uno debe recordar el logo de Olivetti en el edificio que estaba en Suipacha y Santa Fe. La planta local cerró en 1979, y si bien volvió en el 2006 la marca a instalarse en el país, ya no es para fabricar máquinas mecánicas, sino computadoras. Dato curioso: los empleados de la fábrica de Olivetti se llaman a sí mismos "Olivetianos". Este fue el año del centenario de la empresa y se han reunido en diversos lugares del mundo para festejarlo. Cuentan más en el sitio Olivetianos.es
El modelo Lexicon de Olivetti fue diseñado por Marcello Nizzoli en 1948: tengo en mi haber un modelito retro, ya que la máquina todavía sobrevive, guardada en un garage, y ni a palos me deshago de tantos recuerdos por los 150 pesitos que me darían por ella en Mercado Libre (por el momento).

Ah, ¿las Underwood? Tengo una como esta prometida en herencia. Es un fierrazo que perteneció a mi bisabuela y en el cual aprendí a escribir a máquina, está montado sobre base de madera y según consta en la rúbrica, fue construida en 1899. No sé cuánto pesará, pero moverla es cosa bastante ardua. Al día de hoy reposa en lo de mi abuela a salvo de la luz y del polvo.
Parece que ya hay dos máquinas como para armar un mini-museo familiar.
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APDEIT: a la Lexicon la compré usada, y me salió 470 australes.

18 comentarios:

Josecuervo86 dijo...

Me encantan las cosas nostalgicas! Mi viejo tambien tenia una olivetti, mas nuevita, no me acuerdo el modelo, pero me recontra gustaba escribir a maquina. La Underwood de tu abuela se pasa de buena!!!
Ahora yo tambien tengo una Olivetti, pero compu, jeje.
PD: si te gustan como a mi las cosas nostalgicas, pero con cierta gracia, te recominedo OnceUponAWin

*La Casalinga* dijo...

Mi vieja fué a la Pitman, apenas llegó a la Argentina, y allí obtuvo el título de "Licenciada en mecanografía loparió!"
Tan acostumbrada está a escribir toda su vida en una de esas Olivetti, en la que, para que se marque una letra en el papel, debías presionar con toda la fuerza de tu cuerpo humano (hubo casos en los que algunos, se dislocaron el hombro de tanto apretar), que ahora, que anda con su notebook ultramoderna, presiona las teclas casi hasta pasarlas pal otro lado.

Paula dijo...

Ja! me pasó algo similar cuando toqué por primera vez un teclado eléctrico. La velocidad que podía desarrollar en uno de esos era infinitamente superior al de las máquinas mecánicas y no lo podía creer.
Una maravilla.

Nick Risaro dijo...

En casa tenemos una más modernosa, de esas que tenían una tapa con cierre con manija, cual maletín, y eran "chiquititas".

En cambio mi viejo tiene en su casa una más antigua, pertenece a su actual mujer, y tiene una tapa de acero, pesa dos toneladas y media; una lástima que niguno le de bola y se esté llenando de polvo abajo de una escalera.

Paula dijo...

Nick, la que vos decís chiquita eran portátiles de escritorio (las protolaptops!!).
La que tenés con tapa de metal debe ser posiblemente otra Uderwood como la de mi abuela. Sino, una Remington.

Josecuervo86 dijo...

Nick, la del cierre es la misma que tengo yo =D

Josecuervo86 dijo...

Esta es igualita a la mia

Guty dijo...

Yo aprendí a escribir con una de esas!! Claro que eso fue hace (inserte número de dos cifras aquí) años.

Paula dijo...

Esa misma había en casa de una amiga!! Si habremos hecho monografías con eso!!

ernesto dijo...

En casa teníamos la IBM eléctrica que le cambiabas la bochita y se podía elegir entre dstintas tipografías.

mosca brava dijo...

¡Yo también tengo una Lexicon así!
Y tambien tengo una portátil Remington 12. ¿Te las compran?
De paso te digo que, a pesar de las dos máquinas, no doy en la tecla. (ja!)

Vill Gates dijo...

No, no, no. Lo único que faltaba es que Camilo, ese gato de casting, escribiera a máquina.

Yo también guardaba, pero ahora necesito mirar más que en otros tiempos pa'delante y tiro cosas como las agendas viejas.

Nick Risaro dijo...

José, exactamente esa es la que tengo.

Protolaptop, jajajaj

La otra no tengo idea, pero veo si puedo averiguar. El problema es que en cuanto la dueña se entere de que vale más de 40 centavos la vende seguro :(

Nati Alabel dijo...

Qué lindo fierro!

Anónimo dijo...

La idea 'máquina de escribir' está buenísima ¿no? Es diez mil veces más sugerente que el concepto 'computadora'. Sin embargo, sospecho que en la realidad las cosas son exactamente al revés.

Paula dijo...

trespa, en las computadoras, generalmente, las máquinas de escribir son las personas.

Tampax Ultra dijo...

Yo aprendí en el Nacional de Río Cuarto con unas olivettis de los años 40 (posta), todavía me acuerdo cómo me dolía el meñique y el anular de ambas manos después de la clase.
Ahora escrio con dos dedos de cada mano (estos, ¿ves?) y soy inmensamente más feliz... en mi caso es al revés, no se me da fácil la nostalgia.
Al final no importa si escribís con carbón en una piedra o con una compu ultratop, lo importante es qué escribas.

Josecuervo86 dijo...

Tampax sos de Rio Cuarto? Yo iba al Industrial! jeje, "vecinos"