martes, septiembre 30, 2008

cruel, desde el cartel

Hay esquinas que uno solamente se da cuenta de que existen, cuando es de noche.
Eso me pasó hoy con cierta esquina del barrio de Balvanera, donde enclava sus heladeras y estanterías un almacén de esos de los que ya no hay, que tienen balanza de aguja y olor a gato que marca territorio en la puerta.
La luz del farol de la calle, más fuerte que la luz misma del almacén, de tubo.
Afuera, en un sincretismo casi surrealista, el cartel con la marca auspiciante, en verde light y el nombre del comercio, en letra de comic, negra, a pincel:
La Serenísima
Almacén La Cristina



*la foto que no saqué - ©Nerón Inc.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

De esos conozco varios en el interior de La Rioja, te venden galletas "al peso" que sacan de una caja enorme con ventanita de vidrio y el azúcar en bolsita, que recogen con una palita de un tarro.
Igual yo prefiero los shoppings (?)

Anónimo dijo...

Ah, por casa tengo uno así, le voy a sacar una foto.

Paula dijo...

heb-diablo, no necesitás una consultora en medios digitales? de onda te lo digo. XD

Anónimo dijo...

Creo que todavía sobrevive uno por barrio.

El Profe dijo...

Aquí se ven algunos también... aunque este que comentas me dió como un poco de susto... :)
¡Abrazotes!

Nerón dijo...

snif.
lástima que ese dia saliste sin cámara.

(tengo algunas fotos en papel para que veas, si, si, volvi al fuji superia de 400 y las fotos mate de 10x15)