viernes, febrero 01, 2008

en migración permanente

No conocía mucho la obra de Facundo Cabral, ni tampoco su historia. Pero las casualidades vacacionales me pusieron de frente con una entrevista que le hicieron en canal (á), en la que contaba partes de su vida -bastante migratoria- y su infancia rebelde. Fue en otro lado y no por ese reportaje donde me enteré que vivió un tiempo en estos pagos donde ahora me encuentro, y su canción "no soy de aquí ni soy de allá" fue una especie de revelación que conjugada con los paisajes, las lecturas, los relatos de los amigos, las cosas que ya traía de mis pagos, la propia historia, la convirtieron en mi tema de las vacaciones.

No podés pasar por Tierra del Fuego y quedar igual. No sé si es el viento, o algunas conjugaciones mágicas en las que no está ausente el vino (^^)... pero todo, todo absolutamente todo mueve. En eso, el viento es la mejor metáfora que tiene este lugar, porque limpia, lleva, trae aromas y te pone patas para arriba el clima en treinta segundos (y no exagero).
Vivir en la isla es toparse todos los días con historias de gente que va y que viene, que se queda pero después se vuelve, o de "venidos" que no se van más: hasta los pajaritos tienen períodos de visita y se marchan buscando su norte, aunque muchos han encontrado el suyo acá, bien al sur.

Y... no sé si me gusta del todo Facundo Cabral. Hay cosas que no y hay cosas que sí. Aún así, creo que pocos temas hay que caigan tan bien en este momento y acá como el de abajo.
Sepan disculpar los cimbronazos de cámara, el viento cuando sopla se entusiasma mucho y además de moverme el alma me movió la Lumix para todos lados.




Dedicado a Temperita, parte fundamental de toda esta movilización.

PD: imperdible la gaviota bostezando.

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