miércoles, junio 20, 2007

automovilistirijillos

Una institución que resigna potestad sobre algo tan útil como el limbo, tenderá a recuperar terreno de legalidad sobre algo un poco más actual, ni bien se le presente la oportunidad.
Parece que a la famosa oportunidad la encontraron: el Vaticano difundió "diez mandamientos para buenos automovilistas". Pongo en itálica buenos porque precisamente, el parámetro de bueno será discutido por (por ejemplo) todos los seres humanos que consideren algo bueno no seguir alguno de los preceptos dictaminados por la Iglesia, en tales "Pautas para el Cuidado Pastoral de la Carretera" (aún no encontré el documento completo en internet, salvo la noticia).

En uno de los apartados, se plantea lo siguiente:
Los autos tienden a sacar el lado 'primitivo' de los seres humanos, produciendo por ello resultados bastante desagradables.
Bien, caemos en la cuenta con esto de que existe, para la Iglesia, estados de primitivez (?) del hombre que da lugar a episodios desagradables, a modo de Mr. Hyde, esperando al ser humano a la vuelta de su comportamiento "normal", listo para mandarse la macana haciéndose el salvaje.

Habría entonces según lo anterior, hombres más o menos primitivos, cosa que sostendría o daría pie a pensar en modo positivista, por acumulación de "créditos evolutivos". A más resultado agradable, menos primitivo. A más primitivo, más desagradable. Esto lo leí en alguna parte, creo que en uno de los textos fuente de un trabajo que tengo que hacer. El texto fuente es de 1908, para más datos, aunque esa forma de pensar ya había dado lugar a algunas masacrecitas por ahí, mucho más atrás en el tiempo.

Además: ¿seguro que nada más que un auto saca el lado primitivo de un ser humano? Hay que ver cómo me pongo cuando se corta el agua en el edificio, cuando el gato caga afuera de las piedras o cuando la piba me viene con un dos en química. De además, tener auto, creo que sería la hecatombe del mundo mundial. ¡Imagínense si me hacen una multa, o si el de adelante no pone la luz de giro! ¡Máma!

Más adelante en la nota de Reuters, encontramos esto otro:

Consultado en una conferencia de prensa cuándo un auto se convierte en ocasión de pecado, el cardenal Renato Martino respondió: "Cuando un auto es usado como lugar para el pecado."
Dejamos con esa última reflexión al lector librado a sus propios pensamientos, y al libre uso de su teclado. Yo me voy a reír a la calle, acá retumba mucho.
Ah, la nota original, acá.

PD: falta el decálogo del buen consorcista, propietario y/o locatario católico. ¿Para cuándo?

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Vi tus espacios y me dieron vuelta la cabeza.


Sigue asi ^^, un beso

Anónimo dijo...

Ratzinger: Dejáte de joder, querés! ¿y el papamóvil, eh? ¿eh? ¿EH?...



Saludos Bater

The Bug dijo...

Pero Bater, téngame un poco de paciencia.
Recién ayer empecé a redactar las Guías Vaticanas. Para llegar al capítulo del buen consorcista católico faltan todavía algunas páginas.

Mire, pase, vea y dígame que le parece: http://polentaconpajaritos.blogspot.com/2007/06/las-guas-vaticanas-el-manual-de-buen.html

Anónimo dijo...

Son divinos.
Tienen cosas que son geniales.
Estoy tentado de convertirme al catolicismo.
Es más, si no fuese que me molesta la idea de fifar con niños y adolescentes, en cualquier momento empiezo a estudiar para cura.

Weltklang dijo...

Que fenomeno que son! Se quedaron en el medioevo pero andan en auto. Veamos el lado porsitivo, se distraen con esta pavada y no siguen insistiendo (aunque sea por un rato) con el tema de los forros y la castidad.

Paula dijo...

black: a mí me encantó el header de tu blog. :) Gracias por pasar!!

tita: papa, no corras. (?)

bugsie malone: y el Libro Católico de Doña Petrona? eh? eh?

tetux: ojo que no podés fifar en el asiento de atrás del auto. Ojo.

weltie: eso, el tema de los forros y la castidad. Todo un tema. (risas)