sábado, mayo 12, 2007
gato de bar
Siempre me intrigó la vida de los gatos-residentes-en-locales-comerciales.
La de arriba (gata, no gato) es moradora del Varela-Varelita, en la esquina de Scalabrini Ortiz y Paraguay, y no tiene ningún inconveniente en sentarse a acompañar a algún solitario.
El gato-residente en lugar más inverosímil que encontré, se trata del que habita en un local de artesanías en Puente del Inca (Mendoza), a casi 3.000 metros de altura, cuyo aspecto dista de ser el de un gato como el de la foto: es gato con tierra y facha de pequinés (prometo buscar la foto, que anda por algún cd).
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
6 comentarios:
Es que no solo reside en el bar, la gata es la dueña del bar y los gallegos, simples empleados. Se nota por el aire de autoridad con el que camina entre las mesas.
Son tan lindos... me fascinan los de las librerías, durmiendo arriba de la literatura...
Te creo, yo ví uno con pinta de pequinés acá.
Te juro te re juro posta.
Yo conocí uno que moraba en una casa que vendía sanitarios y el tipo siempre se echaba a dormir todo despatarrado en la pileta que mas en exhibición estaba.
gordo como gato de modista dice el dicho...
no pude dejar de leer con doble sentido XD
Publicar un comentario