sábado, marzo 31, 2007

a comeeeeeeeeeeer

Me agarró el cuisin attack anoche, y el delirio derivó en lo siguiente:
"Pie grande sabía hacer llorar pero era un dulce" (Tarta gordita y dulzona de cebollas con curry.)

Existe la raza de los adoradores de las cebollas, y yo pertenezco a ella. Desde chica me fascinaba ese bulbo doradito que podía ser cocinado de cantidad de maneras diferentes, y poniéndole manija a la cuestión, inventé esto ayer mientras escuchaba este disco (el mejor que tiene, eh) e intentaba que se secara la ropa.
En realidad la receta surgió porque tenía que secar ropa, no había mejor método que prender el horno, pero prenderlo por prenderlo, era poco redituable. Ahí va.

1) Agarrá 4 cebollas grandes, pelalas, pasalas por agua fría (así no llorás mientras las cortás) y cortalas primero al medio y después transversalmente, para que te queden arquitos finitos. FINITOS.

2) Ponelas en una cacerola con medio vasito de aceite -si te gusta el de oliva es problema tuyo- y cuatro cucharadas de azúcar. Fuego bajito, bajito, tapá la cacerola y ponete a jugar al space invaders, o algo, durante media hora. A la media hora andá y remové un poquitito. Agregá medio vasito de vino blanco, un poco de sal y la puntita de atrás de una cucharita de curry. Volvé a remover todo y dejalo un ratito más. Cuando las cebollas estén marroncitas, misión cumplida.

3) Apagá el fuego cuando las cebollas estén marroncitas, y agregá 2 huevos grandes (o 3 chicos), y pimienta negra, de la del molinito. Revolvé mezclando bien, ponele más curry si querés, y poné la pasta en la tartera (previamente forrada con una tapa de tarta, más vale).

4) Un rato largo a horno bajo para que no queden partes de masa más crudas o más cocinadas que otras. Si te place, acompañá con la ya tradicional ensalada de zanahoria, mayonesa, limón y pasas de uva. Si no, una regia sopa de tomate es contrapunto ideal (a esta última, si le tirás una cucharada de crema, pimienta blanca y provenzal seco, le das más onda).

Ñam.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Bater, ¿que hay que hacer para que me invites a comer? me parece que la tarta dulce de cebollas me la preparo para la merienda. Juro que leia la receta y babeaba.

Uno de los ocho dijo...

No sabía que usted también era adoradora de la cebolla.

Le cuento, el corte descrito en el punto 1 se llama "corte pluma".

Muy rico plato, compañera; así seguro seguro que califica para el sheraton cuisín. Qué mano, compañera!

Le recomiendo una ensaladita de remolacha cruda cortada en juliana muy finita con jugo de limón, un poquitito de aceite y pimienta negra en grano, molidita ahí nomás.

Paula dijo...

welty: si supiera quién sos...

1/8: ud. la tiene más que clarineta. La tiene armónica.

Anónimo dijo...

Lo que sea, una sopita o un buen guiso de lentejas. Con cebolla o sin cebolla. Ando necesitando eso.

Apalabrada dijo...

¡Esta receta a mí me mata!Está buena para hacérsela a una suegra. Se la enviás y le adjuntás un pequeño mensaje:"Es de cebollas, Ácida."

Anónimo dijo...

y si las cebollas las guardas en la heladera, llorarás menos (al picarlas, claro)

numaleon dijo...

Yo, como que estoy muy desubicado acá.

Uno de los ocho dijo...

Adhiero al guiso que reclama Pat, pero con la condición de que le ponga abundante chorizo colorado, del picantón (del otro no, eh!).