martes, diciembre 26, 2006

intríngulis chíngulis

Jamás, pero jamás, en todas las navidades que llevo vividas, había comido TANTO.
Tengo ocupados en la digestión desde el intestino delgado hasta el cerebro: la comida, al no haber ya espacio físico para ser contenida, se desplazó vaya a saberse por qué medios arteros hasta ocupar la zona intercraneal.
Señores, estoy pensando con un budín de berenjenas por cerebro. Todo lo que hoy se escriba -quizás lo que se escriba también en días sucesivos- estará regido por ese exquisito plato y se dirá desde esa sustancia.

Creo que los horóscopos son en realidad una larguísima digestión, a lo largo del año, de todo lo ingerido para estas fechas, y que cada mes está regido por alguna ensaladita, algún pionono, algún pan dulce cuyo proceso de absorción se va realizando a lo largo de los 12 meses del año.
Porque no me vengan conque todo lo que para estas fechas se come se puede digerir de un día para el otro.

PD: mirar la propaganda de "queteclavoqueteclavolasombrishhhhaaaaa" te puede cortar la digestión. No seas gil.

4 comentarios:

Zoqueta dijo...

JAJAJAJAJAJAJJAJAJAJAJAJA
Me encantó!

Yo estoy pensando entonces con una mezcla de vitel tonne, ensalada de repollo colorado y ensalada rusa. Qué cosas más ricas, por dios! Ah, esos fueron ellos, no fuí yo!

Esa propaganda es una bosta. Llega el verano y los publicistas pierden más cerebro. Es la calor!

Unknown dijo...

queteclavoqueteclavolasombrishhhhaaaaa

Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah.

Paula dijo...

Se les derrite el cacumen y se les exporta (?) por las orejas.

Fla-q dijo...

Hoy escuché un reportaje al "Creativo"...
A ese se le fermentó el budín de berenjenas en el mate.